En su primer discurso tras la victoria electoral de la izquierda en las elecciones regionales del 21 de marzo, el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, ha comunicado que continuará con la política que en 2007 le dio la victoria en el Elíseo. Esto supone la conservación de las reformas económicas previstas, la prohibición del velo en Francia y el mantenimiento en su estilo y en su política; con su firme decisión de conservar la política agrícola, a pesar de que se “fuerce una crisis en la Unión Europea”.
Por su parte, Martine Aubry, la primera secretaria del Partido Socialista, se mostró más que satisfecha después de la victoria electoral de su partido y añadió que "los franceses han rechazado la política injusta de Sarkozy, que ha hecho regalos fiscales a los que más tienen, que ha protegido a los bancos y a los banqueros, pero que está poniendo en peligro la sanidad y la educación públicas”.
Además, Sarkozy ha confirmado que dejará al margen la ecotasa que iba a gravar las emisiones de CO2 hasta que se produzca un consenso en Europa, como querían en su propio partido. Por ello los ecologistas se han puesto en contra y desde la oposición le han acusado de preocuparse más de los suyos que de los deseos de una nación que ya se ha pronunciado en los comicios.
Además, Sarkozy ha confirmado que dejará al margen la ecotasa que iba a gravar las emisiones de CO2 hasta que se produzca un consenso en Europa, como querían en su propio partido. Por ello los ecologistas se han puesto en contra y desde la oposición le han acusado de preocuparse más de los suyos que de los deseos de una nación que ya se ha pronunciado en los comicios.
María Donoso