martes, 9 de febrero de 2010

Las ideologías también salen de compras


Ayer salí de compras por el centro de Madrid, uno de los lugares donde contemplar a toda clase de grupos sociales.

Se supone que cuando alguien está encasillado en un grupo social es porque defiende una ideología concreta y tanto su forma de vestir como determinadas decisiones las toman según unas normas preestablecidas. Pero a pesar de lo que conlleva pertenecer a un grupo social, hoy en día podemos distinguir cada uno de esos grupos simplemente por su forma de vestir.

Con solo mirar a una persona una vez puedes encasillarla en uno de esos grupos, sobre todo si se trata de gente joven. Pues bien, de eso mismo me di cuenta cuando me cruzaba con la gente, de que nuestra elección al comprar lo que nos pondremos habla por si sola de nuestra forma de ser.

Laura...las apariencias engañan!! Si, es cierto, pero su ropa...¡no!

Cada vez es más amplia la clasificación, de hecho los últimos grupos sociales incorporados a esta gran clasificación son los emo, otaku, gotic lolita y pin-up entre otros. Pero...¿saben todas aquellas personas que visten como una de estas modalidades lo que implica ser uno de ellos? ¿de donde procede el término y la ideología que deben defender? La realidad es que no.

Muchos son los que comienzan a pintarse, a peinarse y a vestirse de distinta forma a como lo hacían antes simplemente porque lo vieron en alguien y les gustó o creían que les favorecía o simplemente porque empezó a "llevarse". En cada una de las denominadas como tribu urbana existen subgrupos pero lo cierto es que la diferencia entre unos subgrupos y otros no podemos decir que sea fácil de difenciar,o al menos para la inmensa mayoría.


Lo cierto es que suelen encasillarse en una tribu urbana en la época de la pubertad y no llega a mantenerse hasta los 40 años.En resumen...¡cosas de jovenes!

A pesar de no saber muy bien el origen de su "tribu" estos jóvenes se exponen a la critica, el rechazo y la violencia física y psicológica de quienes no llegan a entender su forma de vestir. Riesgo que corren y que ni ellos mismos son capaces de explicar el por qué de un aspecto original y que se sale de lo habitual.

Atónita me he quedado al buscar información ver que incluso los EMO tienen página web propia donde puedes unirte a los demás emos y votar las fotografías de los registrados en la web. La dirección es: http://www.emoono.com/

¿Y tu? ¿Te consideras de alguna tribu urbana?

Laura Navarro

domingo, 7 de febrero de 2010

SIMM 2010


Como cada temporada, el recinto ferial de Madrid, IFEMA, acoge a más de 600 firmas pertenecientes a 15 países para presentar a los visitantes la moda de la temporada del próximo año. El único requisito para asistir es pagar el pase de 30 euros valederos pará toda la jornada.

La última edición de la Semana Internacional de la Moda en Madrid (SIMM) se ha realizado hace escasos días, del 4 al 6 de febrero, para presentar la moda otoño/invierno 2010.

Han sido 3 días intensos que he podido vivir en primera persona al trabajar como modelo para la diseñadora cordobesa Ana Torres, dedicada especialmente a los trajes de fiesta de alta costura para la mujer y que lleva luchando por el sector textil español desde hace más de 25 años. En la SIMM concretamente llevan 20 años como expositores y son ya muchos los clientes que de forma reiterada apuestan cada temporada por sus elegantes y distinguidos diseños como el que llevo en esta imagen.


Pero Ana Torres no trabaja sola, se trata de un sector complicado y por ello cuenta con el apoyo de su familia, quienes se complementan como un equipo para mantener el gran reconocimiento con el que bien puede presumir Ana Torres y no solo por contar con su familia, que sin duda también, sino por haber podido vestir a celebridades y recibir cada año la visita personal de la Casa Real española en el SIMM.

Se trata de un claro ejemplo de la fidelidad a esta popular feria de la moda. Fidelidad que no es tan fácil mantener porque el precio por metro cuadrado de suelo por el que es obligatorio pagar para poder ser expositor es muy elevado. Este factor hace que cada vez sean menos los pabellones dedicados a la feria. Es una decisión que IFEMA ha tenido que tomar para que sus visitantes no puedan apreciar la fuerte caída del sector y concentrar de este modo a los expositores en tan sólo dos pabellones (el 12 y el 14), como ha sucedido en esta ocasión, en lugar de acaparar cinco pabellones como hace 10 años antes venía sucediendo.

Otro aspecto que me llamó la atención fue la afluencia de gente con cámaras fotográficas ¿prensa quizás? Si, pero no todos tenían en su poder el carnet que les acreditaba como prensa sino que la mayoría eran visitantes con intenciones muy distintas a las de poder hacer pedidos y contribuir así a la mejora del sector. El objetivo era fotografiar los diseños que les llamaban la atención para poder plagiarlos y venderlos como propios.

Como era de esperar a ninguna de las firmas les hacía ninguna gracia que sus diseños fueran fotografiados por este tipo de público, aunque… con la tecnología tan avanzada con la que contamos, el teléfono móvil con cámara integrada era en toda regla un enemigo al que controlar y teníamos que estar atentos en todo momento para llamar la atención a quien de forma “inocente” aparentemente quisiera inmortalizar los diseños.

Las propuestas para la temporada otoño/invierno eran múltiples y cada firma destacaba en la presentación de su colección por unos rasgos muy marcados. De eso precisamente trata la Semana Internacional de la Moda de que los visitantes conozcan las próximas tendencias, de obtener nuevos vínculos entre empresas y clientes, y de que las jóvenes promesas del diseño de moda pertenecientes a escuelas especializadas puedan aprender y entender cuales son las fuertes empresas que aún sobreviven a nivel mundial al deleitarse con sus elaboradas obras de arte.



Laura Navarro

Originalidad, diseño y... plagio


La polémica sobre la piratería en la venta de películas y música es bien conocida por todos y ahora más que nunca por las modificaciones recientemente realizadas en la ley a favor de la protección de los derechos de los artistas.

Nadie tiene ninguna duda de que la venta en la calle de copias es ilegal, no hay más que ir al centro y ver como temen a la policía los que se dedican a ello y se esconden como pueden porque es su principal vía de ingresos. Sin embargo, el plagio y la polémica también afecta a nuestro “querido” sector textil… la moda.

¿Quién no ha confundido alguna vez una camiseta del diseñador Custo Barcelona con la firma Desigual? Los que conocen el estilo y los diseños de ambas firman saben que intentar diferenciarlas se convierte en una práctica difusa que se soluciona haciendo grandes esfuerzos. Y es que aunque la calidad de Desigual es inferior a la de los materiales empleados por Custo, en cuanto a características estéticas se refiere, el patchwork y el grafismo tan marcado en todas las prendas, son empleados por las dos firmas.

Es por esto que el diseñador Custo decidió aconsejado por sus abogados tomar medidas legales para que sus clientes no tuvieran dudas y su estilo tan personalizado no pueda tener competidores. Desigual no quiso dejar que el diseñador catalán pusiera en evidencia el trabajo que llevan realizando desde el año 84 y arremetió diciendo que si investigaran la larga trayectoria de Desigual comprobarían que desde el principio han seguido la mima línea en sus productos. Polémica complicada… ¡qué juzgue cada uno!


Con o sin razón podemos llegar a la conclusión de que la moda es un arte tan respetado como la música o el cine y que para poder ser valorado lo mejor es saber diferenciarte de los competidores. Una estrategia de mercado que no todos usan después de analizar lo sucedido pero que los clientes piden a gritos para que el resto del mundo sepa que lo que llevan puesto se trata (por hacer una comparación) de un Ferrari y no de un Opel pintado de rojo.

Laura Navarro