domingo, 7 de febrero de 2010

SIMM 2010


Como cada temporada, el recinto ferial de Madrid, IFEMA, acoge a más de 600 firmas pertenecientes a 15 países para presentar a los visitantes la moda de la temporada del próximo año. El único requisito para asistir es pagar el pase de 30 euros valederos pará toda la jornada.

La última edición de la Semana Internacional de la Moda en Madrid (SIMM) se ha realizado hace escasos días, del 4 al 6 de febrero, para presentar la moda otoño/invierno 2010.

Han sido 3 días intensos que he podido vivir en primera persona al trabajar como modelo para la diseñadora cordobesa Ana Torres, dedicada especialmente a los trajes de fiesta de alta costura para la mujer y que lleva luchando por el sector textil español desde hace más de 25 años. En la SIMM concretamente llevan 20 años como expositores y son ya muchos los clientes que de forma reiterada apuestan cada temporada por sus elegantes y distinguidos diseños como el que llevo en esta imagen.


Pero Ana Torres no trabaja sola, se trata de un sector complicado y por ello cuenta con el apoyo de su familia, quienes se complementan como un equipo para mantener el gran reconocimiento con el que bien puede presumir Ana Torres y no solo por contar con su familia, que sin duda también, sino por haber podido vestir a celebridades y recibir cada año la visita personal de la Casa Real española en el SIMM.

Se trata de un claro ejemplo de la fidelidad a esta popular feria de la moda. Fidelidad que no es tan fácil mantener porque el precio por metro cuadrado de suelo por el que es obligatorio pagar para poder ser expositor es muy elevado. Este factor hace que cada vez sean menos los pabellones dedicados a la feria. Es una decisión que IFEMA ha tenido que tomar para que sus visitantes no puedan apreciar la fuerte caída del sector y concentrar de este modo a los expositores en tan sólo dos pabellones (el 12 y el 14), como ha sucedido en esta ocasión, en lugar de acaparar cinco pabellones como hace 10 años antes venía sucediendo.

Otro aspecto que me llamó la atención fue la afluencia de gente con cámaras fotográficas ¿prensa quizás? Si, pero no todos tenían en su poder el carnet que les acreditaba como prensa sino que la mayoría eran visitantes con intenciones muy distintas a las de poder hacer pedidos y contribuir así a la mejora del sector. El objetivo era fotografiar los diseños que les llamaban la atención para poder plagiarlos y venderlos como propios.

Como era de esperar a ninguna de las firmas les hacía ninguna gracia que sus diseños fueran fotografiados por este tipo de público, aunque… con la tecnología tan avanzada con la que contamos, el teléfono móvil con cámara integrada era en toda regla un enemigo al que controlar y teníamos que estar atentos en todo momento para llamar la atención a quien de forma “inocente” aparentemente quisiera inmortalizar los diseños.

Las propuestas para la temporada otoño/invierno eran múltiples y cada firma destacaba en la presentación de su colección por unos rasgos muy marcados. De eso precisamente trata la Semana Internacional de la Moda de que los visitantes conozcan las próximas tendencias, de obtener nuevos vínculos entre empresas y clientes, y de que las jóvenes promesas del diseño de moda pertenecientes a escuelas especializadas puedan aprender y entender cuales son las fuertes empresas que aún sobreviven a nivel mundial al deleitarse con sus elaboradas obras de arte.



Laura Navarro

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